EN LA CIUDAD DE LA FERIA

 

Somos la Capital mundial de la Salsa y la Ciudad de la Feria, y estás dos coronas son las que dan sustento a muchos caleños dedicados a la cultura musical y bailable, pero las coronas también llevan a los delirios de grandeza.

Antes de decir que no estoy de acuerdo con la Feria de Cali virtual es importante comentar que soy un entusiasta del uso  de las redes sociales y de la virtualidad que ha llegado con la internet, tengo un blog salsero ( www.salsachevere.com) que ya cumple 10 años de actividad, e hice parte de SALSARED, que junto con RUMBA y GUATEQUE  fuimos los primeros en transmitir en  vivo y en directo por emisoras virtuales el encuentro de melómanos y coleccionistas. 

La virtualidad ha inundado todos los rincones de nuestras vidas, empezando por lo laboral, después se instaló en nuestros ratos de ocio, y luego llegó a nuestra intimidad con las redes sociales, desde la inocente Facebook hasta la candente Tinder. Afortunadamente hay algo que aún es irremplazable, y que describirlo suena a pleonasmo ya que en las mismas palabras Feria, Carnaval y Encuentro está implícito, y eso lo tienen muy claro en el  oktoberfest en Alemanía, en Rio de Janerio, y hasta en la ciudad de Barranquilla, donde su Carnaval es patrimonio cultural de la humanidad, y se ha aplazado indefinidamente su celebración en el 2020; para todo lo demás está Youtube y spotify. 

El temor que desde la Alcaldía se ha transmitido como un virus respecto a la pérdida del presupuesto de la Feria de Cali si esta no se hace, me imagino para ganarse el apoyo de todo el gremio de músicos y bailarines, me parece dañino porque cierra las puertas a propuestas alternas que se pueden financiar con esos dineros y que darían mejor sustento al artista que ha sido uno de los mas golpeados con esta pandemia que ha cambiado nuestra forma de vivir, y más en Cali, que disfrutamos tanto de parcharnos en el andén de cada calle, para disfrutar del aire que nos llega desde Cristo Rey. 

Así como los músicos demandan la solidaridad del pueblo caleño, los caleños también instan a la cordura del gremio de músicos y bailarines, las encuestas son un mensaje contundente del sentir de la gente, en esta por ejemplo que realicé el pasado 30 de octubre se refleja lo que se quiere respecto a la Feria de Cali virtual, casi el 90% de las personas no quieren que se invierta un presupuesto en un proyecto de este tipo, y así son todas las que se han visto por estos días. Y ya hay ejemplos de lo que no se debe hacer, el Petronio virtual no obtuvo la audiencia que se merecía por el dinero en el invertido, y esa plata ya se perdió, hubiera sido mejor haber realizado otro tipo de programas que generaran una cimentación a mediano plazo de la cultura afro del pacífico colombiano. La Alcaldía y CorfeCali le han dado un ultimátum inaceptable a los músicos y bailarines: “Feria Virtual o nada”, y eso además de ser una actitud grosera para con el gremio, impide que se proponga propuestas mas valiosas tanto para la ciudad como para los músicos.

La Alcaldía podría, por ejemplo, decretar impartir talleres de baile caleño, tanto en el calendario curricular de los colegios como en las vacaciones recreativas, al igual que clases de música y apreciación musical, para que el virus del reguetón se puede contener también de alguna forma. Otra idea es crear chivas salseras, como la que hizo hace mas de 10 años la Salsoteca Muralla de Bronce, llevando a los turistas por los sitios de rumba en Cali, donde reconocidos protagonistas de la salsa sean los que orienten a los visitantes, o por ejemplo, que los Centros Comerciales tengan los fines de semana una orquesta caleña presentándose, y donde la Alcaldía financie el 50% del costo de cada presentación. Todo esto puede plasmarse en una programación anual que le de continuidad laboral a los artistas, a la vez que fortalece nuestros cimientos de Capital Salsera.

Ideas resultarán mil, mucho mas generosas y sustanciosas que querer reemplazar el abrazo al que regresa, la mano que saluda al que acaba de llegar, la sensación en la piel y no en los oídos cuando vibra la música en la tarima.

2020.11.02