FEISBUK DETERMINATION

Desde hace casi no sé, dos años, abrí mi cuenta en el feis, con el ánimo de integrarme al mundo virtual, de ampliar mi círculo de amistades y de no perder otras, trascendiendo las distancias y las coincidencias de edades, culturas y religiones, y con el firme propósito de aprender, aportar y compartir conocimientos y sentimientos musicales y literarios para que esta vida no pase en vano, ya que es tan corta para aprehender y conocer las cosas valiosas que el intelecto humano puede producir.


Después de casi dos años, no sé si sean más o menos, y más de mil feiusbukfriends, 1,108 para ser exactos, hay encanto y desencanto; he conocido personas valiosas de las cuales se ha aprendido, se ha reducido a menos de seis grados de separación la teoría propuesta por el escritor Húngaro Frigyes Karinthy, que dice palabras más palabras menos que se necesita una cadena de seis personas para lograr contactar a alguien en cualquier lugar del planeta.

Pero como el feis tiene ese encanto de la libertad para decir lo que quieras, también he visto muros llenos de incoherencias, de frases con apología a la violencia, del madrazo burdo y certero, de frases inútiles como “…si estás de acuerdo con esto pégalo en tu muro”, y aunque el feisbuk es el espacio ideal para demostrar que para muchos el paso por la escuela primaria fue inútil, algunos pareciera que no conocieron lo que es un pupitre cuando de expresarse de manera escrita se trata, la tortura al idioma y a la ortografía es tan constante y repetitiva que a veces pienso que estoy pecando de presumido y jactancioso cuando coloco una tilde.

Otros, quisiera que fueran menos, desgastan su espacio feisbusiano en insultos a terceros que difícilmente sabrán que lo recibieron, o quizá esa sea la razón para que lo hagan, o maldicen la “triste” vida o momento que atraviesan, como si desconocieran que existen cientos de millones de personas cuyo sustento de vida en el año cuesta mucho menos de lo que vale el computador donde digitaron “….ya no me aguanto tanta mierda” por ejemplo; y dentro de tanto barullo logro atrapar aquellos mensajes valiosos, cápsulas que animan el espíritu o recomendaciones musicales que elevan el estado de ánimo, y me preocupa que leyendo insensateces me pierda de leer lo que alimenta el alma.

Por estas simples razones pienso que ha sido un error agregar tantos y tantos contactos, que como en un bosque no nos permiten fijarnos en el árbol, en la sutil flor que nace agreste para alegrarnos la vida, y para este año la feisbuk determination es ir borrando aquellos contactos que no aporten nada al intelecto y que, como diría Confucio, perturben la levitación del espíritu.

Agradezco por lo tanto de antemano, si no aportas nada para alimentar las neuronas, tu valiosa colaboración para reducir al máximo mi número de contactos