A JAZZ GO: ARTURO O'FARRILL

Chico O’Farrill era un tipo que siempre estaba alegre, sonriente. A su hijo le encantaba hacerlo reír, tenía una risa estruendosa y contagiosa. El nombre de Risa Negra, el nuevo experimento en sexteto de Arturo O’Farrill, es un homenaje a ese grato recuerdo de su padre, del buen genio que lo acompañó siempre, el cual Arturo heredó y se siente en su sencillez y sentido del humor.

El futuro del jazz es latinoamerica nos dice sonriente Arturo, las fusiones que se hacen desde el Estrecho de Magallanes hasta el amplio mar que baña a las Antillas mayores y menores, pasando por Los Andes y por el puente del mundo Panamá es lo que puede salvar a este género el cual está perdiendo acogida en los Estados Unidos, cuna de este ritmo, si asumimos a New Orleans como un estado de la unión, ya que culturalmente hace mas parte de las Antillas, del Caribe musical que nos baña.
“El músico nunca debe estar satisfecho; todos los días me levantó pensando que voy a crear hoy, que voy a inventar en este día”, y termina diciendo Arturo “el buen músico debe siempre estar buscando, creando, satisfacer su insatisfacción”. Y es así como vemos que Arturo ha recorrido diferentes tópicos musicales en su tarea diaria de crear y crear. Recordamos gratamente, además de “song for chico” ganador de premio grammy, dos álbumes que acercaron a Arturo mucho mas a sus raíces latinas.

El primero “Una noche inolvidable”, con la vocalización de Herman Olivera y Claudia Acuña, como un homenaje al mambo, de donde destaco un tema que no se escuchó mucho entre los melómanos “volver a los 17”, de Violeta Parra, por ser llevado a manera de rumba cubana desde los aires de la música andina. Y el segundo “In these shoes”, también con Claudia Acuña, que en palabras de Arturo fue un trabajo donde quiso plasmar la música que le gustaba de adolescente, y es así como encontramos en este disco temas clásicos como “Dime” de Rubén Blades, “El Jibarito” y “La piye” de batacumbele. Respecto a Claudia Acuña, Arturo se siente un admirador de su voz prodigiosa que tiene tanto la pasión latina como la técnica del jazz.

La banda estaba integrada por Jim Seeley en la trompeta, David Bixler en el Saxo alto, Roland Guerrero en la percusión, Gregg August en el Bajo y Vincent Cherico en la bateria.

El concierto….. fue una noche inolvidable… en especial la versión de Siboney, y los tumbaos y solos de Roland Guerrero, guerreo de mil rumbas al lado de Chico Ofarrill, ah….. y las cuatro manos al piano de Arturo, quien regresaba a los 17, como si una fiebre adolescente lo recorriera al tocar las blancas y las negras.